GR20.- Bon courage

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Sirva este video de entretenimiento, mientras termino de escribir las crónicas y montar los videos de cada una de las etapas de la GR20


Primera etapa: Conca - Refugio de Paliri

Tras un partido de tenis con un pibón frustrado por falta de raqueta, una cena de judias pintas con tenedor, unas jarras de cerveza, una botella de vino con agua frizzante, unas risas y los primeros comentarios de la travesía con la gente que terminaba ya en Conca, pasamos una noche durmiendo como bebes, y empezabamos nuestro GR20.

Desayunamos a las 07:30 y entre pitos y flautas no empezamos la etapa hasta las 09:00. Finalmente decidimos dejar los pinchos y los piolos en el coche, nos habian dicho que no hacían falta (y efectivamente así fue). Unos belgas que habían terminado el GR20 en 12 dí­as, nos hablaron de la dureza del recorrido: ¿sería un alarde el hacerlo en 10:? Realmente no lo es. Es duro, pero se puede hacer muy bien, incluso coincidimos esos mismos días en ruta con Kilian Jornet, pero eso ya es otro nivel: El GR20 en 32 horas 54 minutos!!! buffff

Comenzamos la ruta con un pequeño despiste que nos hizo pasarnos del comienzo del GR y un burro antimaketos... Empezabamos a disfrutar de las primeras emociones de la travesia, una buena pechadita para romper a sudar y un baño merecido en unas pozas que nos supo a gloria.
Después vinieron los calambres en los cuadriceps (se va a convertir en una tradición de las primeras etapas de las travesias...), pero finalmente llegamos al Refugio de Paliri!!

La cena en Paliri consistió en un poco de embutido, y espaghetti con tomate y aceitunas en abundancia. Compartimos mesa con un par de francesas que volvían a Córcega a terminar la ruta sur desde Vizzavona hasta Conca. Fue divertido, aunque al principio nos miraban un poco mal en la mesa porque chillábamos mucho (la lógica emoción del primer día...), enseguida nos pusimos a hablar, a comentar las etapas que habían echo ellas para ver lo que esperaban, a enseñarnos fotos, etc, etc. Una de ellas estaba operada recientemente de LCA e iba con una rodillera armada tipo Donjoy (se veía mucha gente con rodilleras a lo largo de la travesía), así que estuve contándole mi experiencia personal y hablando un rato de medicos y tal.

Esa tarde noche no dió para mucho más, ya que estabamos bastante cansados, así que nos adaptamos al horario europeo y para las 21:00 estabamos en el refugio (ningún problema en cuanto a la falta de sitio) metidos en el saco y durmiendo como angelotes.




Segunda etapa: Refugio de Paliri - Col de Bavella - Refugio de Asinau

El guardián del refugio nos había dejado preparados unos termos con café y leche en polvo, junto con la típica mantequilla, mermelada y pan tostado. Nunca grandes cantidades, pero lo suficiente para salir con fuerzas en nuestro segundo día de GR20.
En esta etapa haríamos la variante alpina (lo que suele hacer la mayoría de la gente), a partir del Col de Bavella, que discurre entre continuas subidas y bajadas, superando alguna cadena y unas vistas espectaculares, mientras que la ruta original de la GR20 va más abajo por el bosque.

Nos cruzamos con bastante gente a lo largo del todo el recorrido, la frase mas repetida: "Bon Jour", que logré perfeccionar con el paso de los días sin tener repajolera idea de francés, eso si, con sus variantes: "Hola", "Egun on", "Buenas...", "Hallo", etc... y finalmente tras un baño en unas pozas afrontamos la última subida del día hasta el refugio de Asinau.

Nuevamente ningún problema a la hora del alojamiento, la cena y el desayuno. Esta vez la ducha y los lavaderos estaban cerca del refu, así que disfrutamos del agua fría, lavamos la ropa y compartimos cena con mayoría de franceses: Unas rodajas de embutido y lentejas a porrillo.
Las cenas estaban bien (ya os contaré algún refugio en particular que fue expectacular!!), había cantidad, pero yo personalmente prefiero una sopita, un segundo con algo de carne+pasta y la fruta que no comimos en toda la trave (salvo alguna compota de manzana).





Tercera etapa: Refugio de Asinau - Monte Incudine - Refugio de Usciulu

Tras un desayuno típico a base de cafe con leche, pan, mantequilla y mermelada empezabamos la etapa con una primera pechadita de 500 metros de desnivel hasta el Monte Incudine. En esta etapa empezamos a hablar con una pareja de franceses que finalmente terminarían la ruta con nosotros brindando con unas Pietras en Calenzzana. (Pero para eso aun nos quedaba bastante).


Despues de la subida al Monte Incudine y las típicas fotos desde la cima con la cruz (caida desde hace dos años creo que nos dijeron), comenzamos un descenso sin mucho interés hasta las Ruinas de Pedinieddi y la Pasarela de Furcinchesu.
En el bosque justo antes de las Ruinas, viene marcada una fuente que es importante localizar en esta etapa, ya que si no dispones de pastillas potabilizadoras, no hay agua hasta pasada la Bocca di L'Agnone. Nosotros no la localizamos, pero rellenamos agua en la Pasarela y utilizamos un par de pastillas por si acaso necesitabamos (mejor que sobre que no que falte...)
Tras una parada para comer a la vera del río y hacer un poco el salvaje en la pasarela, partimos por los "bucolicos prados" descritos en la guía (para mi de bucólicos nada, no se si sería por la chicharra que pegaba, o por el maquis que me rozaba las paticas... pero si hizo duro...)
Una vez pasada la boca di l'Agnone, encontramos una Source bien indicada, que nos vino de lujo y rellenamos de agua las cantimploras. A partir de aquí un cresteo de unos 6 Km que en el perfil de la etapa aparece como un desceso: JA! La cresta es guapísima, pero le dedicamos un "Me acuerdo de ti, me cago en tus muertos..."
Yo me despisté del GR y acabe haciendo una ruta alternativa hasta el refu, pero nunca mais, porque me podía haber metido en un embolado bastante gordo...

A la llegada al refugio, teníamos sitio para dormir, pero no cena, ya que estaba cubierto el cupo (al menos eso nos dijo el Gardien). Bueno, creo que fue mejor, porque la cena del refu consistió en un cuenco de pasta con zanahorias y nada mas...! Mientras que nosotros compramos en la tienda spaguetti, tomate, bolognesa, pasteles, pan, leche, cacao, avellanas y azucar y cervecitas jejejejeje! Por cierto, en la tienda vendían botas, una cosa que me pareció importante y que vino de lujo a algunos que vimos que llegaron con la suela colgando porque ya no aguantaba más la cinta americana que le habían puesto...

Un rato de charla antes de la puesta de sol, y a dormir como benditos pensando en la "ojicos tiernos" antes de empezar la ruta del siguiente día rumbo a Col de Verde ;)




Cuarta etapa. Refugio de Usciolu - Refugio de Prati - Col de Verde

El despertar de esta etapa lo recuerdo temprano, no se si todo el mundo del refugio quiso madrugar para ver la salida del sol, impresionante por la orientación sureste del refugio, o que los ronquidos no dejaban dormir más... No se como, ni de que manera, pero me encontraba a las 06:00 de la mañana antes de que amaneciera, sentado en el porche del refugio embobado mirando el paisaje. Un rato después, cuando ya se pusieron a desayunar la mayoria de franceses, volvi a la cama a holgazanear 20 minutos más antes del desayuno que nos preparamos nosotros mismos con la leche, cafe, cacao y bollos que habíamos comprado la tarde anterior. Después de alimentarnos bien y rellenar agua en el refu, comenzamos nuestra cuarta etapa.

La primera subida no fue dura, 200 metros de desnivel para divisar un mar de nubes hacia la costa este. Impresionante!!

Realmente no recuerdo con especial dureza esta etapa, a pesar de lo que pone en el libro, y tampoco se nos hizo especialmente larga. Quizás un poco la bajada desde Prati hasta Col de Verde y la última parte por el bosque por un camino que no permitía correr mucho en la bajada y que podías resbalar con la tierra compactada. Sin duda la etapa es más dura si se hace en sentido inverso al que llevábamos nosotros.

En esta etapa, coincidimos en el tiempo (que no en el espacio) con Killian Jornet, el venía de Norte a Sur, y en el Refugio de Prati por el que pasamos, al ver que eramos españoles nos preguntaron si le habíamos visto, ya que había pasado por allí en torno a las 06:00 de la mañana y nos lo deberíamos haber cruzado. No se si coincidió justo cuando nos desviamos a coger agua en una fuente cerca de Bocca di Laparo, pero no lo vimos.

Llegamos de los primeros al refugio del camping de Col de Verde, y pudimos elegir literas, ducharnos con agua caliente, lavar la ropa y echar unas Pietras acompañadas de un queso de Idiazabal.... mmmmmmmm
Esta noche la cena no era típica de refugio, fue un poco mas urbanita: ensalada (lo que se agradece comer algo de verde!!), unas chuletas de cerdo a la brasa acompañadas de coliflor gratinada o patatas y un heladito.

Después un rato de charla, leyendo en las guías lo que nos quedaba para mañana, decidiendo que Kapatore y yo no haríamos la variante del Monte Renoso (a toro pasado deberíamos haberla hecho, ya que en este sentido no es muy dura, y son chulas las vistas hacia el Lago Bastani, y la bajada a la estación de esquí de Casas de Capanelle) al día siguiente e iriamos por la ruta normal del GR, mientras que el Mallas y el Casper irían por arriba y nos juntaríamos en Vizzavona (aunque esto no quedó claro.... si en el Col de Vizzavona, o en el pueblo de Vizzavona, porque en los dos sitios hay refus... Además las marcas amarillas hacia el Col de Vizzavona pueden ser muy puñeteras... jejejejeje).

Ya tocaba dormir, no sin antes echar unas risas con una inglesa que me decía en un perfecto ingles con acento a Pietra que: que grande era mi frontal... y vino a mi lecho a enseñarme el suyo... en fin, lo que no me pase a mi...




Quinta etapa. Col de Verde - Casas de Capanelle - Vizzavona

Madrugamos bastante para esta etapa, ya que el Casper y el Mallas iban a hacer la variante con ascensión al Renoso, y estaba marcada en unas 11 horas, por lo que a las 06:00 de la mañana estábamos quitándonos las legañas y preparando el desayuno con una botella de leche que nos había sobrado del refugio de Usciulu, cafe soluble que nos habían dado en el bar del camping y unas galletas de miel que habíamos comprado. No se como nos las apañabamos, pero siempre tardábamos muchísimo en salir, daba igual todo lo que madrugaramos, que siempre había alguien que salía antes que nosotros....

Comenzamos la etapa acompañados por un perro que había llegado la tarde anterior al refugio acompañando a otros backpackers, y resultó que el perro se había hecho unas cuantas veces esta etapa, la siguiente, y la siguiente... que crack!
La ruta empezó con una subida a buen ritmo de unos 300 metros para calentar las piernas hasta el Plateu de Gialgone, comun para los cuatro. Aquí nos despediríamos y ya no nos volveríamos a encontrar hasta el Col de Vizzavona a eso de las 19:45. Quedamos en que cuando pasaramos por Casas de Capanelle les mandaríamos un mensaje para que tuvieran referencias horarias y ellos nos contestarían donde se encontraban, y cuando coronaran el Renoso.

Nuestra ruta discurría por bosques, con menor carga, para reservar fuerzas para la próxima etapa verdadero punto de inflexión para completar la travesía. Pero no por ello deja de ser una etapa espectacular, numerosos torrentes que hay que salvar, impresionantes troncos de árboles caidos al borde del camino, preciosos bosques de pinos, hayas, etc.
La llegada al punto intermedio de la etapa en las Casas de Capanelle, la celebremos con una cerveza y una coca cola a la sombra y con el frescor del aire acondicionado del bar-restaurante que está a los pies del remonte de la estación de esquí, volviendo a coincidir con la pareja de franceses y otro backpacker que había salid de Col de Verde. Después de este avituallamiento continuamos la ruta con tranquilidad, volviendonos a sumergir en el bosque para completar el flaqueo que nos llevará hasta Vizzavona, dejamos el Monte Renoso a nuestra espalda y más adelante empezamos a ver el majestuoso Monte de Oro que ascenderíamos al día siguiente.
Ya teniamos noticias de que nuestros compis habían pasado por Casas de Capanelle y seguían nuestros pasos!

Y aquí llegaría la decisión importante del día: Comenzamos el descenso final hasta Vizzavona, sin tener muy claro en que sítio habíamos acordado pernoctar: el pueblo de Vizzavona, o el Col de Vizzavona. En el descenso hacia Vizzavona Kapatore y yo desechamos un cartel que indica hacia la izquierda con marcas amarillas la dirección hacia el Col de Vizzavona y decidimos seguir el GR hasta donde nos llevara (a la postre decisión acertada).
Despues de una bajada directísima hasta la carretera, decidimos parar antes de bajar al pueblo y llamar al Casper y al Mallas para decirles donde estábamos utilizando el mapa de una pareja de franceses que estaban descansando allí, ver donde ibamos a dormir: en Vizzavona o en el Col.... Nos habíamos equivocado!!! Teníamos que haber seguido las marcas amarillas en dirección al Col de Vizzavona, ya que dormiríamos alli... grrrrrr nos quedaba un buen pateo por la carretera que la verdad apetecía bien poco, y además estos se estaban partiendo el culo de nosotros... (ver videos al pie...)

Afrontamos 1 Km más o menos de ascensión por carretera hasta el Gite del Col de Vizzavona, pensando en que estos ya estarían allí riéndose de lo gañanes que eramos... pero no... la tortilla se había dado la vuelta... Llegamos, reservamos una habitación con ducha para los cuatro en el Gite, reservamos la cena, nos duchamos y cuando terminamos de hacer todo esto se nos hacía raro que no hubieran llegado todavía nuestros compis, así que volvimos a hacer ganar dinero a timofónica y les llamamos para ver donde estaban: El GPS echando humo, las marcas amarillas del Col de Vizzavona se la habían jugado y estaban unos 300 metros por encima de nosotros a unos 2 Km y medio, sin tener muy claro como llegar hasta donde estábamos. Según nos contaron o no estaban muy claras las marcas o se confundieron en algún momento, intentaron retroceder y como se iba haciendo tarde decidieron "cruzar pieza". Por todo esto, no os aconsejo que elijais esta opción. Mejor que hagais como nosotros y sigais el GR hasta la carretera y ahí decidis donde dormir.

Finalmente llegaron a las 19:45 al refugio, justo para una ducha y cenar, mientras que nosotros ya llevabamos un rato en la terraza al sabor de las Pietras charlando amigablemente con un grupo de ciclistas que estaban subiendo los puertos de la isla, y que uno de ellos era nacido en Fraga, aunque llevaba muchísimo tiempo viviendo en Francia (el mundo es un pañuelín chiquitín, chiquitín...). Esa noche a parte de la cena del refugio, abundate y tambien urbanita, cayeron un par de hamburgesas con patatas para recuperar fuerzas, y una copichuela de champagne a la que nos invitaron los ciclistas, ya que celebraban el cumpleaños de uno de ellos.
Después de esto estuvimos leyendo en la prensa las primeras noticias del GR de Kilian, y flipando en colores con sus tiempos! Poco más esa noche, ya era tarde y después de acordar la hora del desayuno con el guardian que nos lo dejaría preparado en el comedor nos metíamos a la piltra.






Sexta etapa. Vizzavona - Refugio de l'Onda - Refugio de Petra Piana


A partir de esta etapa continuamos la travesía El Mallas, Casper y un servidor. Miedo me daba a ver que me iban a hacer estos machacas....
Lo de tener una habitación para los cuatro en el gite se notó, habíamos descansado muy bién, y después del tipico desayuno con cafe con leche, pan, mantequilla y mermelada nos despedimos del grupo de ciclistas y comenzamos nuestra etapa con destino al refugio de Petra Piana.

En el libro de Desnivel, esta sexta etapa viene catalogada como una de las más duras, pero personalmente se me hicieron bastante más pesadas la 7ª y 9ª etapas. De par de mañana afrontamos un ascenso de unos 1300 metros bastante tendidos hasta el Collado de Muratello (2.220 m. en el libro está mal esta cota), pasando por una zona de parque-aventura con tirolinas, redes y demás cachivaches, las cascadas de los ingleses, la pasarela de Turtettu y finalmente la subida al collado de Muratello con el impresionante Monte de Oro custodiándonos todo el camino.

En el collado de Muratello volvimos a coincidir con la parejita de franceses, hicimos una pequeña parada para comer algo de chocolate e hidratarnos un poco y empezamos el descenso hasta el Refugio de l'Onda, donde almorzaríamos. La verdad es que tuvimos muchísima suerte, hacía un día espectacular, y el tiempo fue expléndido todos los días salvo el último...Con roca mojada habría que tener mucho cuidado en la mayoría de las ascensiones, y en algunos casos como en el Circo de la Soledad la cosa se podría poner bastante peligrosa...

Llegamos bastante rápido al Refugio de l'Onda, despues de un descenso no demasiado complicado, y paramos un rato a comer para continuar la marcha por el cordal de la sierra de Tenda. Desde el Refugio de l'Onda se pueden elegir dos caminos al Refugio de Petra Piana: "Per el Valle" ó "Per les Cretes", sin duda alguna merece la pena ir por las crestas si disfrutamos de buen tiempo, una ruta entretenida con algún destrepe sencillo y un paisaje espectacular presidido por el macizo del Monte Rotondo, para acabar llegando al Refugio de Petra Piana.

Hay que decir que en esta etapa no tuvimos sitio en el refugio, pero nos alquilaron una tienda para los tres lo que no nos disgustó a ninguno.
El guarda y sus dos compañeras del refugio eran una gente majísima, ahí estuvimos un rato charlando con ellos antes de la cena, mientras comprabamos alguna provisión para el día siguiente. Y la cena... que decir: acostumbrados a las últimas cenas en los refus con un par de rodajas de salchichón... cuando nos sacaron un par de trozos gordos de paté, salchichón en cantidad, ensalada, pan sin especular, tres platos de lentejas con patatas, compota de manzana y queso... y porque ya decidimos respetarnos porque si no la noche habría sido muy dura en la tienda por el metano.... (que lo fue... jajajajajaja).

Compartios mesa con tres alemanes que estaban haciendo la parte norte del GR en sentido inverso, que veraneaban en Mallorca y uno de ellos había estado trabajando en Formigal cuando hicieron el Aragon Hills. Estos iban más tranquilos, nos contaron que en Haut Ascó habían dormido en unos chalets con jacuzzi a todo lujo! (Vienen referencias en la Lonely de estos chalets)
Entre tanto, Patxi muy dispuesto, había recogido los platos de la cena en una bandeja y los había llevado al refu porque así nos lo habían pedido los guardas. No venia... ¿que le habría pasado...? ¿habría tenido un affaire...? jajajaja, pues no! en el refugio tocaba fregar los cacharros de la cena y del desayuno cada uno, así que ahí estaba con todo el fregote, y los alemanes con cargo de conciencia porque también había tenido que lavar sus platos...

Despues de unas risas, nos fuimos hacia la tienda porque teníamos un buen camino... nuestro vivac era el que mas lejos estaba, había que cruzar un rio, unas rocas resbaladizas y andar un ratillo. La tienda estaba bien y tenía un colchon dentro que en principio decidimos sacarlo fuera porque nos quitaba espacio para los tres, (si, si..... el colchón estaba porque había un piedrolo en el suelo que se te clavaba en los riñonacos!!!) total que cuando ya nos habíamos acostado rrr29 decidimos salir fuera para volver a meter el colchón dentro de la tienda, todo esto de noche, con los frontales y con una ventolera considerable... El colchón hacía de vela, las vacas habían bajado a pastar y estaban alrededor nuestro, y en todo este trajín yo me resbalé y al apoyarme en una piedra me metí un tajo en la yema del dedo (más aparatoso que otra cosa por la sangre...), así que me tocó sacar el botiquín y hacerme una cura medio a oscuras.
Finalmente volvimos a la tienda, el colchón lo pusimos en horizontal para apoyar la cabeza y el tronco, pero yo no podía dormir entre los roquidos, el metano, las collejas que me metían al darse la vuelta estos capullos!, madre mía una noche sin dormir y la próxima doblábamos....
Finalmente me salí un poco al avance de la tienda, y ahí si que dormí algo más tranquilo. Bien!!!





Séptima etapa. Refugio de Petra Piana - Refugio de Manganu - Castel di Verghio


Nos levantamos pronto para afrontar la etapa más larga de nuestro GR20, también una de las más expectaculares y bellas, un entorno de alta montaña con afiladas crestas y un circo lacustre precioso, no se como nos las apañabamos, pero por mucho que madrugásemos nunca conseguíamos salir de los primeros, jajajaja...

La noche anterior nos habían dado en el refugio una jarra de café, un litro de leche, un litro de zumo, un paquete de pan bimbo/tostadas y tarrinas de miel, mermelada y mantequilla, que tuvimos que llevar de ida hasta la tienda y de vuelta hasta la cocina, con el consiguiente riesgo de que se nos cayera todo por el camino (ya os dije que nuestra tienda estaba más lla de donde cristo perdio el mechero, y teniamos que cruzar un riachuelo, etc, etc...) Con todo esto, una vez compuestos con las mochilas nos dirigimos a la cocina del refugio a calentar el desayuno junto con el resto de la gente, desperezarnos un poco y coger fuerzas para la dura etapa que teníamos por delante. En la cocina había un libro de firmas, en el que podeís dejar vuestros comentarios (ahora mismo no me acuerdo si nosotros escribimos algo, o no ¿?¿?).

Nos tocaba empezar la etapa con una subida de unos 400 m. hasta Bocca Muzzella y a partir de ahí atravesar una serie de neveros, subidas, bajadas, pequeñas trepadas de II, III y una diagonal final ayudados por un pasamanos hasta tomar la Brecha de Capiltello (2225 m.), el punto más elevado de toda la travesía del GR20 y posiblemente uno de los mas expectaculares. Esta progresión no es complicada con roca seca, atención si la roca está mojada porque habrá que tener mucho cuidado. Otro punto a tener en cuenta es el trasiego de gente que se puede encontrar en este punto (conviene madrugar para que no sea así), por lo que la progresión puede durar un poco más tras los correspondientes "cedas el paso".
En este punto, antes de afrontar el descenso hasta el Refugio de Manganu, decidimos reponer fuerzas y comer algo acompañados por las chovas-piquigualdas y disfrutando de un entorno precioso.

La bajada hasta Manganu transcurria al principio por una pala bastante empinada que aun conservaba nieve, clavando los talones y ayudados por los bastones se hace sin mayor problema, eso sí, atención a la nieve menos compactada que te puede hacer meter la pata hasta el fondo (a Patxi le ocurrio esto, tuvimos suerte que solo se quedó en un golpe fuerte en la rodilla, con rasponazo incluido, pero puede ser una manera bien tonta de hacer palanca y...)
El resto de la bajada transcurre a la vera de un riachuelo, salvando rocas sin mucho descanso, salvo un pequeño prado con unas pozas que invitan a remojar los pies, pero que nosotros pasamos de largo, con idea de llegar al refugio cuanto antes para almorzar allí. Tras este avituallamiento, continuamos nuestra etapa camino de Castel di Verghio, aun nos quedaba muuuucho por patear (otras 5 horas más o menos).

El paisaje cambia totalmente, praderas, caminos de tierra que nuestros pies agradecen, y el precioso Lago de Nino, una antigua cubeta glaciar repleto de ganado sobre un terreno verde, verde... Me imagino a Kilian Jornet pasando volando por este tramo, porque realmente el terreno es muy cómodo hasta afrontar una pequeña subida hasta Bocca a Reta que una vez superada nos permite ver los macizos de Paglia Orba y Monte Cinto por los que transcurren las siguientes etapas.

A partir de este punto se me empieza a hacer larga la etapa, yo quiero llegar ya!!! Nos queda un descenso petreo hasta una pequeña capilla en el collado de Bocca de San Petru y seguir un camino atravesando los preciosos (también petreos y enraizados) bosques de pinos de Valdu Niellu, intuimos donde está el refugio de Castel di Verghio, pero todavía no lo vemos... cantamos para que se nos haga mas corto el rato y nos empezamos a encontrar con algún excursionista... estamos cerca (el GPS también nos chiva algo jejeje) y sabemos que nos queda un último repecho de unos 80 metros que subimos como motos con la certeza de que arriba está nuesto destino.

Efectivamente, hemos llegado a la estación de esquí de Castel di Vergio, y localizamos el hotel/refugio, hoy vamos a tener suerte, tendremos ducha caliente, habitación pseudo-individual para los tres y una cena que quita el sentido!
Despues de dejar los bártulos en al habitación y unos 15 minutos disfrutando del agua caliente subimos a cenar al restaurante, saludamos a nuestra pareja de franceses que ya habían llegado hace un ratillo, unas risas con las camareras por una confusion entre "trua", "tres" y "trece" y empezamos a saborear una sopa calentita con un pan crujiente, y unas chuletas asadas con patatas y verduras.... mmmmmmmmmm (Posiblemente la cena que más he disfrutado y más merecida de todo el GR20).
El día no dio para mucho más, un poco de charla y descanso en la terraza del hotel, un mensaje a Capatore a ver si había conseguido llegar a Conca, recuperar el coche y encontrar camping para el fin de la travesía y nos fuimos a la cama para dormir como benditos y encarar al día siguiente la octava etapa de la ruta.




Octava etapa. Castel di Verghio - Refugio de Ciottulu di i Mori - Refugio de Tighjettu


Después del etapón de ayer, la etapa de hoy se presentaba algo más tranquila, unas 6/7 horas hasta el Refugio de Tighjettu (sin incluir la ascensión al Paglia Orba que dura unas 2 horas ida y vuelta y que nosotros no haríamos). Compramos pan y algunas barritas en la tienda del hotel de Castel di Verghio y nos pusimos rumbo al refugio de Ciottulu di i Mori caminando por preciosos pinares y hayedos por los que discurre también otro de los senderos importantes de Córcega, el "Mare a Mare", vamos viendo que otro cerdo salvaje por el camino, y sin demasiado esfuerzo nos plantamos en las Cabañas de Radule, desde donde empezaremos a remontar el valle del río Golo (a mi personalmente me recuerda un poco a la Canal Roya o al Valle de Izas).

Es un entorno fantastico, vamos superando escalones y pozas que ha formado el propio río Golo, pero por el momento no necesitamos darnos un chapuzón, así que seguimos rumbo a las ruinas de Tula y a la última pechadita antes de Ciottulu. Decidimos almorzar en las mesas del refugio, un descanso, unas fotos con unas inglesas bien majas rrr59 y reponer agua en las fuentes del río Golo y comenzamos a descender el barranco de Foggiale desde el que tenemos unas vistas expectaculares del Paglia Orba a nuestra espalda y del Monte Cinto delante de nosotros. Vamos superando resaltes rocosos durante la bajada, y finalmente entramos en un pinar después de atravesar el Torrente de Paglia Orba que nos conduce a la última subida del día hasta el refugio de Tighjettu.

Ya que vamos muy bien de tiempo, esta última subida la hacemos muy tranquilos con el refugio a tiro, disfrutando del valle de Calasima, los torrentes de agua, la roca impresionante... Vamos a poder echarnos siesta, lavar la ropa con tranquilidad y tomar un té antes de la cena en el refugio!

Ya casi llegando al refu, nos vamos encontrando con distintos vivacs muy bien preparados, sin duda si llevais tienda este sería un buen sitio para pasar la noche. El refugio es muy chulo, y el guarda es muy simpático, habla un poco de español y nos echamos unas risas con el mientras reservamos el alojamiento y la cena para la noche. Hay dos posibilidades en cuanto a la cena; una cena de pasta y postre (queso o compota de manzana) y otra con embutidos caseros que hace el guarda, pasta y postre. Como nos ha hablado que él se encarga de curar los jamones y que lleva haciéndolo un par de alños optamos por la opción 2 y nos vamos a las literas a sacar el saco dejar las mochilas y descansar un poco después de lavar la ropa y ducharnos.

En la cena hay una pareja de franceses que están terminando de cenar y se han puesto un poco cabezones y que no quieren cambiarse de sitio a otra mesa más pequeña para que entremos los 10 que teníamos turno para cenar en esa mesa... (un pequeño aplauso de toda la gente del refu cuando terminan la compota y se levantan, unas risas con el guarda y unas copas de vino de aperitivo y todo se quedó en anecdota...)
Compartimos mesa con 7 franceses que llevaban nuestro mismo sentido en el GR, pero a parte de las gracias típicas de lo duro del recorrido, algun comentario de lo bueno que está el embutido, como ellos no hablan inglés y nosotros no hablábamos mucho francés no pudimos llevar una gran conversación.
Terminamos la cena con un queso fortísimo que también hace el guarda, y vamos a pagar la cena y el alojamiento y comprar algo de pan y barritas para el próximo día a la tienda-cocina del refu. Nos quedamos un rato hablando con él para que nos cuente las previsiones meteorológicas para el próximo día ya que habíamos visto unas nubes feiiiisimas y parecía que podría haber tormentas.... pero finalmente amanecería el día despejado y perfecto para afrontar el Circo de la Solitude, así que un poco con la duda de lo que pasaría al día siguiente, nos vamos a dormir subiendo las escaleras con cuidadín... despues de tomar tres chupitos de un licor casero de una botella con una calavera que hace el guarda, echar unas risas con él y hablar de la gente que había pasado por el refugio (hay un monton de pegatas/banderas que la gente va dejando).




Novena etapa. Refugio de Tighjettu - Circo de la Solitude - Refugio de Carrozzu


Nada más despertarme salí fuera del refugio a ver que tal tiempo teníamos, no había llovido por la noche pero había nubes en el cielo... despues de escuchar el parte del tiempo nos llevamos una gran alegría, las nubes se iban y no había previsión de lluvia hasta el día siguiente, por lo que podíamos afontar sin problemas el Circo de la Solitude. Bieeeennn!!!

Tras el típico desayuno con pan, mantequilla y mermelada nos pusimos en marcha para afrontar la primera subida de unos 500 metros de desnivel hasta Bocca Minuta, con un buen ritmo no se nos hizo nada pesada, y ya teníamos ante nosotros el maravilloso espectáculo del Circo de la Soledad, con mas de mil metros de colosal anfiteatro desde la Punta Minuta (2555 m.) hasta el fondo del barranco de Caviccia.
Por delante un recorrido de unas dos horas más o menos, con destrepes equipados con cadenas y escaleras en los puntos más verticales y trepadas fáciles de I y II. (Al igual que en la etapa 7, conviene madrugar para no tener que esperar mucho en los pasos, porque se suele acumular bastante gente que va y viene).

Ya superado el Circo llegamos a Bocca Tumasginesca donde almorzamos un poco. En este punto hay una cuerda que se utiliza para cerrar el acceso al Circo en caso de que hay algún peligo (recuerdo que unos Belgas que nos encontramos en Conca nos comentaron que cuando les tocaba hacer a ellos esa etapa de Norte a Sur estaba cerrado y tuvieron que buscar alternativa hasta Castel di Verghio).

Comenzamos un descenso por neveros y bloques hasta contactar con el antiguo GR20, ruta que seguiríamos en lugar de bajar a Haut Asco (punto de inicio de la ascensión al Monte Cinto, de la que se estaba ocupando Kapatore despues de haber repuesto fuerzas un par de días). El antiguo GR20 es facil de seguir, porque las marcas en las rocas todavía son visibles, hay hitos, y el camino esta bastante pisado. Se trata de una progresión algo accidentada por un cresterío en la que hay que tener cuidado, pero que nos obsequia con unas vistas espectaculares del Valle del Asco para llegar finalmente al Collado de Murella e iniciar el descenso por el barranco de Spasimata.

Este ultimo tramo discurre entre peñascos y se trata de una fortísima bajada que les tocará afrontar a los backpackers que vengan de Norte a Sur... Las rodillas se resienten, y es que son unos 800 m. de desnivel negativo para terminar el dia.... Algunos de los tramos están equipados con cadenas para asegurar en caso de que la roca esté mojada, pero la mayoría del descenso discurre sin complicaciones, para llegar a la pasarela Spasimatta, cruzarla y de aquí terminar en el Refugio de Carrozzu.

El refugio de Carrozu está muy bien, pero por ser bastante accesible y ser fin de segunda etapa de la gente que empieza desde el norte, estaba lleno. Tuvimos alojamiento pero no cena, ya que los turnos estaban completos, así que utilizamos la cocina libre y nos preparamos unas ricas sopas instantaneas, un poco de embutido y queso y unas tortillas francesas que nos hicieron en el refugio. Cenamos en compañía de un francés que nos contó que tambien estaba terminando la GR20 y que para Septiembre se iba a hacer el "Tour del Mont Blanc", lo que nos dió la idea para nuestra próxima aventura en las vacaciones del año que viene....




Décima etapa. Refugio de Carrozzu - Calenzzana


Durante la noche descargó un tormentón espectacular, yo apenas me enteré porque duermo como un bendito, pero mis compis hasta salieron a la puerta del refu para ver el espectáculo de rayos, truenos, centellas y demás... (Por cierto, la predicción que cuelgan en el refugio fiable 100%).

Al día siguiente por la mañana ya no llovía, pero la gente que tenía que ir hacia el sur hasta Haut Asco remontando el barranco de Spasimata no lo veía muy claro por estar bastante mojada la roca... nosotros no tuvimos mayor problema yendo hacia el Norte, y además decidimos hacer la variante por el valle, bajo el Circo de Bonifatu para enlazar con el "Mare e Monti". Se trata de uno de los lugares de mayor impacto visual de toda la isla, con vistas hacia afiladas crestas y puntas levantadas sobre los paredones más majestuosos.

Habíamos disfrutado de nueve días de sol, y nos tocaba comernos un tormenton espectacular... Cuando nos quedaban unas 3 horas y media de marcha por pista para enlazar con la ruta original del GR20 y llegar a Calenzana, empezó a descargar de nuevo un tormenta que hizó que los caminos parecieran auténticos rios, de verdad que era espectacular, que manera de llover!!
No teníamos ningún sitio donde refugiarnos, asi que con nuestras capas, las mochilas enfundadas y las botas y los calcetines empapados apretamos el paso de tal manera que en 2 horas y media estábamos en Calenzana. En serio que fue espectacular el andar bajo esa tormenta, y no se de donde sacamos fuerzas, pero recuerdo que ibamos mas fuerte que nunca, con unas ganas tremendas de llegar (y con algo de miedo por si no quedabamos frios y pillabamos una buena pulmonía...)

Nos juntamos en un bar del pueblo con la pareja de franceses que nos había acompañado durante toda la travesía, nos echamos unas risas por las pintas que llevábamos todos empapados y a turnos nos cambiamos a ropa seca en el baño del bar y disfrutamos de unas Pietras todos juntos con Capatore también que había venido con el coche a buscarnos y ya había montado la tienda en un camping alucinante al lado de la playa en Ajaccio!!!
Ahora tocaba de pasar una semana tirados en la playa y viendo la cara turística de Córcega!